Busca tu paz interior y recupera lo que dejaste a un lado por un momento, por amor por convicción de volver a creer. Hay algo que así me dejó MUY tranquila cuando me pasaban cosas que estaban fuera de mi control incluso pensando en una infidelidad:
TODO EN ESTA VIDA TIENE UN RIESGO
Y amar no es la excepción, arriesgarnos a estar con otra persona, pese a que nos prometa el cielo y las estrellas. Es aterrizar los pies y hacer la caída menos dura.
No nos estaquemos en las personas, busquemos que pasa en nosotrxs mismxs, escúchate, qué es lo que te duele ¿creer en alguien? ¿el riesgo que amerita hacerlo? ¿la idea de la permanencia inexistente? Abrázate, reconócete que te atreviste a amar de nuevo, que las malas experiencias no fueron un motivo determinante para dejar de creer en el amor que puedes dar. Porque te lo das a ti mismx; aunque a veces no seamos conscientes del amor propio.
Reconocerte haberlo intentando, pese a que el resultado no haya sido el que nosotrxs quisiéramos; pero eso es parte de la vida, y aunque nos cueste entenderlo en el momento, todo lo que nos sucede, sin categorizarlo como malo o bueno, nos acerca cada vez más a lo que merecemos y a lo que el universo tiene preparado para nosotrxs.
Recuerda no dejar tu responsabilidad emocional en manos de nadie más que de ti, ni si quiera en manos de algún familiar, llega un punto en nuestro mismo crecimiento en el que nuestros padres se vuelven horizontales, iguales, porque te conviertes en adultx, así tú mismx te conviertes en tu mejor cuidador, agradeciendo a nuestros padres el esfuerzo, pero tiempo de forjar aún más nuestro propio criterio; poniendo en duda lo que ya hemos aprendido, y corrigiendo poco a poco, buscando paz, plenitud en unx mismx.
– Alex Riquelme
