lunes, 19 de marzo de 2018

Te tuve que decir adiós

"Y no tienen sentido tus palabras, ni los besos desalmados que me diste, no haces falta... Puedo irme"

No encuentro un sentido para dejarte ir pero sí mil razones. Qué fuerte es la mente y el corazón, mientras uno lucha porque tenga algo de dignidad, el otro me dice que no importa eso, que después se recupera... Pero después de tus tratos, no mereces más de mí. 


Puedes negar lo que sucedió, puedes negar la historia que hay entre nosotras, y por mí no estará bien, pero será tu decisión. Recurriste a alguien más para solucionar tus problemas, no compartiste lo que en realidad te dijeron y yo con la incertidumbre pensando qué sucede por tu cabeza.

Pensando en ti día y noche, coqueteos tan poco inocentes, chistes internos y el engaño en su totalidad. 



Qué triste es dejar ir a alguien que sentiste tuyo pero nunca lo fue, que mal es verme partir y que a ti no te importe... Qué lamentable es escuchar que todos me dicen lo inútil que soy por haberte visto, por haberte hecho caso y por haber correspondido ese beso el cual no tuve que recibir en ningún momento.

Espero te hayas divertido, tal cual los niños se divierten con los juguetes, como los olvidan cuando se aburren de uno, dejándome a un lado como si no fuera una persona.



Oye... te recuerdo que soy una persona igual que tú. Que también siente y que no está padre que hayan jugado con los pedazos de mi corazón como si fueran canicas.

Pero no eres responsable al 100 de la situación, para mi mal, soy culpable de alguna forma, por querer tenerte de alguna manera me aventé pero por ello siento que no crees que me gustas... A lo mejor hubiera tenido que empezar con ello, diciéndote que me interesabas en una forma romántica y que podía hacerte la niña más feliz del mundo.

Prefiero olvidarte, que seguir siendo la tonta que no aprende a valorarse...

Va mi parte del ego, en el que te digo y me recuerdo a la vez, lo mucho que valgo, porque de éxitos no carezco y mucho menos de ser buena persona, por ello debo ser la primera opción de las personas, no sus segundas opciones... No merezco ser el juguete de alguien y mucho menos pensar que te importo, porque no es así. 

Y no tienen sentido tus palabras, ni los besos desalmados que me diste, no haces falta... puedo irme.



No quiero estar con alguien tan cobarde, y me atrevo a criticarte porque yo igual me tuve que tomar los pantalones para aceptar un amor nuevo, aceptar que me había enamorado de una mujer... Pero si tu estereotipo ante la sociedad vale más que el sentirte cómoda conmigo por ser quien en verdad eres, no es mi problema. 

¿Necesitas jugar? Te recomiendo los deportes. ¿No estás enamorada de tu persona? Déjala. ¿No tienes claras tus ideas? Habla con alguien. ¿Quieres atención? Habla con tus papás. ¿Me querías en tu vida?... Ya es demasiado tarde. 


-ARA