“Mi corazón no aceptará menos de lo que da”
Para ti que me hiciste creer nuevamente en el amor, a ti que te quise, que te abracé, que me costó acostumbrarme a cómo vivías, tus críticas constructivas, tu inagotable positivismo que me ahogaba hasta ponerme de malas.
La incongruencia de tus palabras con tus acciones, las lecciones aprendidas, los momentos incómodos, la salida del clóset, el fastidio de la aceptación, del “deber” e ignorar la libertad que te ofrecía.
De tenerlo todo y romperlo por estúpidas inseguridades, por demostrar cosas que hasta la fecha no comprendo, por creer mentiras que tu misma te creías, por crear engaños que hasta a ti te comieron.
Al final del día, yo fui la responsable de entregarte mi corazón, aquel corazón que ya tenía roto, que me dediqué a repararlo, y que una vez más me lo entregaron roto, me devolviste un poco antes de hacerlo polvo.
Con todo y pedazos aprendí que puedo usarlos a mi favor, en mi defensa, y que evidentemente puedo usarlos para una ofensa, pero soy mejor que eso, soy mejor que las mentiras y los engaños, que el dolor y la decepción, que el sufrimiento y la venganza.
Mi compañera de vida debe ser una persona que respete la fidelidad, que los detalles mínimos no desaparezcan… Claro que seguía enamorada hasta el último día de nuestro compromiso, pero hay una líneas pequeñas en el contrato:
“Mi corazón no aceptará menos de lo que da”
Y no pido lo mismo que doy, simplemente pido lo que necesito, lo expreso, lo hablo porque no necesito que me adivinen, no necesito que me vean fuerte, tengo un mundo enfrente con el que necesito mostrarme fuerte, pero no con mi compañera de vida, no con el “supuesto amor de mi vida”.
Te enfocaste tanto en no ser igual que ellas, que al final terminamos la historia como la de ellas, se repitió mi historia que tanto temía se repitiera… Mi corazón se encuentra en pedazos, mi corazón siente dolor por haber creído una vez más en tu amor.
– Ale Riquelme
